Prensa y Turismo

Discurso pronunciado en ocasión de la entrega de los premios Tierra de Luz de la UCT.
Por Enrique Cabanilla

El mundo global abrió las puertas de nuestras casas de par en par, muchas veces sin nuestro permiso. Los más alejados comenzaron a tener la oportunidad de mirar en nuestro patio, en nuestro dormitorio, debajo de mesa, en nuestra basura, en nuestra contaminación, en nuestras montañas, en nuestros cielos… en todo lado. Los apartados geográficamente, aquellos que pensamos se enterarían tarde o nunca, ahora están presentes en tiempo real, inclusive con el derecho al comentario, obra de la nueva plataforma web 2.0 de Internet. Esto nos puso nuevas reglas de juego, un cambio radical, ya que estábamos acostumbrados al perdón del tiempo para comunicar ciertas noticias.

El chasqui atemporal murió en manos de la tecnología, y con él agonizó también la oportunidad que teníamos de, gracias al tiempo de entrega, filtrar algunos contenidos, tanto positivos como negativos de nuestra casa. Hoy mostramos una cruda verdad segundo a segundo. Tomando por cruda una acepción sin juicio de valor.

Tenemos, construimos y dirigimos, día a día, un sistema de vigilancia permanente sobre las señales comunicacionales que emitimos todos en el país. Poco o nada queda oculto y, ante esta situación, la prensa debe ejercer hoy un rol cada vez más preponderante. En un segundo se devora un mundo y con una frase se construye o se desmitifica hechos, lugares o figuras.

En esta cancha, la relación prensa y turismo ha caminado por un complejo y largo pasaje, de lo meramente escrito a lo virtual, con nuevas demandas de sus lectores y con nuevas fuentes de noticias. Cierto es que el turismo se ha beneficiado en esta nueva tendencia, porque la prensa descubrió un nuevo nicho, debido a que la demanda global no solo es ávida de temas y noticias muchas veces solo de importancia local (sean estos políticos, deportivos sociales), sino en rotativos que se han abierto a incorporar temas turísticos en sus portales - como atractivos, rutas, prácticas sostenibles, empresas destacadas, trabajos comunitarios entre otros - satisfaciendo de esta manera el deseo de conocer el Ecuador Turístico. Se cumple con lectores, ansiosos de conocimiento que buscan nuevas informaciones, sobre este país selvático, profundo y lleno de leyendas y tradiciones orales que escucharon de los primeros turistas que nos visitaron.

Esta demanda virtual, apuntaló a lo impreso. En Ecuador existían personas que deseaban escribir de la riqueza del país y sus lugares, pero no se encontraban o afianzaban sitios para ellos. Hoy en esta ceremonia reconocemos el cambio, pero no creo que aún el turismo tenga el papel que le corresponde. Hay que reconocerlo: ha ganado más espacios y líneas, ha abandonando ese oscuro espacio que ocupaba de vez en cuando a fuerza de usar el tema turístico como relleno, y ahora es un tema más de la agenda programada de algunos medios.

Como resultado de lo anterior el país goza de un despunte de su turismo interno, excelente medio para la redistribución económica interna. Además ha sido un puntal en la re - construcción de nuevas identidades, y definitivamente, ha sido el impulso, para que bajo esta apertura, se afiance el tema de Ecuador Primero como eslogan turístico, turismo vedado para muchos ecuatorianos especialmente por desconocimiento de donde ir, como ir, que actividades puedo realizar entre tanta otra información que se necesita antes de emprender un viaje.

Siento que partir de este pequeño diagnóstico la relación prensa y el turismo en el Ecuador tiene cuatro escenarios posibles. El primero completamente negativo, donde los actores turísticos (empresarios, municipios, universidades, comunidades) no generan datos, no comunican sus planes, no tienen buenas relaciones con los medios, sumado esto a una prensa indiferente al desarrollo del sector. Felizmente hoy se afirma que esto ha quedado atrás. Existen muchos indicadores como por ejemplo las constantes promesas de un turismo como esperanza de desarrollo futuro del país, o todos los nuevos pequeños o medianos empresarios que están invirtiendo en este sector que se suman a medios impresos, como los hoy aquí reconocidos, que han trabajado para salir de este contexto.

Apartándonos del escenario completamente negativo se identifica otro caracterizado por actores turísticos que proponen poco a nada de información, contrastando con una prensa ansiosa de noticias, deseosa de informar sobre el desarrollo del turismo y que ha establecido en su redacción un lugar preponderante para los temas del sector. Algo de esto ocurre, las empresas turísticas o inclusive los mentados organismos descentralizados son muy pasivos, no estiman aún la necesidad de una función relaciones públicas que tiendan puentes comunicacionales entre estas y los medios. Muchas veces el periodista tiene un largo periplo para encontrar y pulir su información.

En un tercer escenario tendríamos a actores que son continuos y veraces generadores de información, contrapuesto a una prensa cerrada a este tipo de noticias y sin un espacio para su difusión masiva. Al igual que el escenario anterior, este contexto también recoge parte de una realidad. Los actores no son dinámicos, pero si existen algunos que han tomado la iniciativa de comunicarse y tratar de difundir informaciones, pero estos ánimos se han chocado con el desencanto de no ser tomados en cuenta. Lastimosamente la agenda editorial aún no ha priorizado al sector.

Nos queda nada más definir que es lo que buscamos de la relación prensa turismo. Este cuarto espacio totalmente positivo, una construcción de un escenario ideal. Esta idea radica en tener actores turísticos generadores de noticia y medios que abran sus espacios para noticias sobre el desarrollo del sector.

Los actores turísticos a generar datos, noticias y desprenderse de los celos de contarla, y los medios que deben compensar las afectaciones que se realizan al sector, cuando se prioriza la delincuencia, la inestabilidad jurídica, las protestas sociales como reseñas de difusión masiva, con espacios que se hable de los desarrollos positivos que está logrando el turismo sostenible en el país.

¿Porqué empujar al turismo? Pues porque está demostrado que llega a lugares donde no hay esperanzas de otros medios alternativos de producción, al mismo tiempo que está supliendo necesidades de desarrollo en áreas de responsabilidad del Estado como lo son la educación, la salud o la misma seguridad que son indispensables para su desarrollo.

No es la panacea perfecta, pero merece una oportunidad y un espacio como el petróleo, o la floricultura, o la minería o la misma agricultura. La verdad sea dicha, necesita de más apoyos reales y menos ficticios. Necesita que realmente creamos que puede ser una alternativa, necesitamos de quien nos ayude a masificar este mensaje.

Hoy los medios que han vivido la experiencia de ser turista y al mismo tiempo han mirado el trabajo que hay detrás del telón, deben reforzar sus compromisos con las familias ecuatorianas que apuestan día a día a este desarrollo.

Deben romper el mito del “potencial” como un axioma tan repetido que corre la suerte de desgastarse por si solo, para convertirlo en una premisa fresca y actual.

Debemos recomponer nuestras agendas y brindarnos una ocasión de conocernos. Así estaremos creando una oportunidad al mundo, una oportunidad a los ecuatorianos, una oportunidad a las futuras generaciones de disfrutar en sus artículos, de sus reportajes, de sus fotos que llevan la magia de Ecuador.

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